martes, 3 de marzo de 2009

Cancion para una lejanía

Afuera el viento, es otra cosa
me veo morir en ti acomodandome la piel
como una cosa nueva.
Aveces adelgazo,el viento inevitable
y llega, siempre llega,desplegando, sueños
apretando muros, es inabordable cuando llega.
Yo aprendí a conocerlo, aala en mi infancia
danzando en la arena,
entonces la mano de mi padre
protegía mi sonrrisa lejana
y la mesa de mi madre, tenía un mantel azul.
Yo creía en todo y la sonrrisa de mi madre
abría con sus manos, la tibia trenza
de mi pelo oscuro.
Mi oido buscaba el esqueleto de las medusas
y el rumor de antiguas caracolas.
Todo amanecía en mi padre
desde que entraba con su máquina al hombro
hasta el jornal dulce y humilde que traía.
Ahora pienso que ya entonces
su dolor venía descendiendo
y al filo de la madrugada
yo ví resbalar temprana, la blanda camanchaca.
Hoy vuelve con el viento, padre
vuelve su armazón fotográfico
adelgazando el viento
que ahora va moliendo
el imperio azul, desvensijado y solo.-

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